Nada hacía sospechar que la tercera ruta del 5º Festival Arrecife en Vivo Estrella Galicia iba a ser una jornada de empoderamiento en toda regla.

Sobre el papel: un cartel con una de las combinaciones de bandas más potentes de todo el festival. Esto estaba claro. Ni el sol, ni las nubes, ni la hora impidieron al público concentrarse en la playa del Reducto, en primera línea de arena o en segunda línea de muro, para asistir a la presentación de Juego Perverso, el disco de una banda señera llamada Metalmorfosis.

La banda de heavy metal lanzaroteño empezó todo lo fuerte que permite el horario infantil. “Esta va para nuestras calles, para nuestros barrios, para nuestra isla, que como solemos decir, ya no es lo que era”. Así presentaba el frontman Pekas el tema La piedra. La religión, “principal causante de los problemas del mundo”, los desmanes de la administración, la libertad de elegir tu propio camino… Reivindicación y poder durante una hora de concierto agitador. “El año pasado Galiot, este año Metalmorfosis… Gracias por apoyar el heavy metal hecho aquí, Arrecife en Vivo”.

Apagándose el último acorde de Metalmorfosis, llegaba una locura llamada Kolpez Blai, una banda de percusión callejera que toma la calle literalmente como escenario para un ritual atávico y divertídisimo. Sones de batucada, charanga, tribu, “loro-loro-lo-lo-lo-lo”…. Danzas africanas entre el público, bailes locos y paradas frente a algunos edificios para dedicar temas a la gente que los jaleaba desde los balcones. Músicos corriendo y tocando el tambor. Músicos agazapados detrás de un camión que salen disparados arrastrando los platillos por la acera. Músicos haciendo música sobre contenedores de basura. Eso es Kolpez Blai. ¡Una revolución sonora!

El público lo captó desde el primer instante y el pasacalles hasta la plaza del CIC El Almacén fue una fiesta. Allá, sobre el escenario Bestial Print, esperaban The Courettes. Flavia y Martin. Martin y Flavia. Dos criaturas hechas para el garaje rock más atómico del mundo. Ella, brasileña. Él, escandinavo. Pareja musical y pareja sentimental, ayer organizaron un ambiente fenomenal en el concierto patrocinado por el área de Cultura del Cabildo de Lanzarote.

Tienen el poder de los músicos que aman lo que hacen. Son dos y tienen pegada para conquistar a millares. Go, go, go!, Money Blind, Push it too hard… Por algo se autodefinen como a “riot beat girl and boy in the garage”. Alboroto y rock and roll, The Courettes fueron arrolladores. “Necesitamos más cosas así en Arrecife”. La frase se repitió varias veces por la noche, en varios idiomas.

Porque si algo hay que destacar de esta quinta edición de Arrecife en Vivo es la mayor afluencia de público (de Arrecife, de distintas zonas de Lanzarote, de otras islas Canarias) y de viajeros de muy diversas procedencias, que pasan sus vacaciones en la isla de los volcanes. Ayer se bailó, al menos, en español, en inglés, en francés y en italiano. “There’s some sort of music street festival going on in Arrecife and draft Estrella Galicia is 2 euro a pop. Am I dead?”, se preguntaba uno de los participantes. The boy I love fue perfecta para finiquitar un concierto lleno de pasión guitarrera con lanzamiento de besos y un imperativo universal que debería cumplirse en todas las calles del planeta: “Besaros, amaros, love, love, love!”

Con los niveles de baile y energía en cotas muy altas desde temprano, el público se trasladó en pasacalles hacia el parque Ramírez Cerdá: allí estaban Brutalizzed Kids, sobre el escenario flotante Pampero Lanzarote, para presentar su esperadísimo último trabajo: Pálidos como la sal. No existe nada comparable a los directos de la banda de Tenerife, pero hay que señalar que sus últimos videoclips son una maravilla audiovisual.

Albert a la voz (y con placas en la garganta), el mago Fafe a la guitarra (compositor de la mayoría de los temas de este último disco), Efren al bajo y a los coros, Pablo en el sampler y los sintetizadores y Jose (hijo de Fafe) en la batería. Los chicharreros suenan como si formasen parte de un mismo engranaje: rotundos, compactos, espectaculares. Un directo magistral que ni es punk, ni rock, ni electrónica, ni todo lo contrario. Sonó A mi lado y Por dentro, lo último de la banda.

A uno le gusta el dub step, a otro el punk, a otro la electrónica, a otro el pop de The Cure… Puede que aquí resida parte de la explicación. Brutalizzed son una máquina de generar sensaciones. Es difícil quedarse impasible con ellos. Son un terremoto lleno de matices, que hizo saltar al público de Arrecife en Vivo. Al grande… y al chico. También se dieron cuenta los chicharreros con orgullo: “¡Bien de niños! Se salen. Les queremos un montón”. En el repertorio no faltaron temas ya clásicos como Óxido ni estribillos populares como “Salgo de noche y me quedo en el coche”. Los de Tenerife lanzaron un par de dedicatorias al gobierno del país. Y también nos dejaron una para Arrecife en Vivo: “Van para allí, vienen para acá… ¡Para tener algo así en Tenerife, compadre!”.

Tomada la avenida peatonal por Kolpez Blai y el desfile de gente, Marina Lanzarote se fue llenando de público. La banda de percusión tuvo que hacer un bis a petición del público. Veinte minutos más tarde de la hora prevista salieron a escena Asian Dub Foundation entre aplausos. Res-pe-to. Algunos de los espectadores los habían gozado en el Womad de Las Palmas (1999) y en el de Fuerteventura (2015). Al combo británico, recién llegado de dar su primer concierto en China, se le aplaude desde que se le intuye llegar.

La obertura del concierto es un goce: una presentación de los enormes músicos que integran la banda. Steve Savale a la guitarra (más conocido como Chandrasonic), Dr. Das al bajo, Aktarvata, Nathan Flutebox Lee a la flauta travesera y dos maestros de ceremonias en las voces: el poderosísimo Ghetto Priest y el explosivo Brain Fairbairn. Su capacidad para conectar con el público es asombrosa. Suena Zig zag nation, un hit de su álbum The signal and the noise. Música para la resistencia, música para el cambio y el conocimiento. Los solos de flauta de Nathan arrancan aplausos igual que las apelaciones de Ghetto Priest.

“Make no mistake there´s no scape. There´s no escape cause you are feeling the hate”. Suena La Haine, un temazo del disco Enemy of the enemy. Y Fortress Europe. Son el vivo ejemplo del enriquecimiento musical, un explosivo caleidoscopio de estilos: rock, jungle, dub, hip hop, sonidos de la tradición hindú… En el escenario Reserva de la Biosfera de Lanzarote los juegos de luces acompañan un espectáculo increíble. En la explanada de Marina Lanzarote, las caras y las coreografías de la gente son otro concierto. Suena Flyover y la gente vuela. Suenan temas de 1997. Alguien detecta el principio de Take back the power y grita. El tema termina de poner patas arriba Marina Lanzarote. Todo el mundo salta y eleva las manos al cielo.

“Peace, respect and love, Lanzarote”. El mensaje final es claro y meridiano. También para los que no entienden inglés. La trayectoria de la banda también: agitadores y productores culturales, mediadores, formadores… Su soundsystem es ahora más necesario que nunca: música para la comunicación, la expresión y la interacción.

A la noche le queda todavía un magistral David Kano en el set de dj, que remezcla con elegancia abrumadora temas de Cycle y Rinôçérôse, entre otros. Dj Kamisetas termina de armarla con un set de “bass music” para terminar de agitar unos cuerpos absolutamente entregados a la magia de la noche.

La próxima y última cita de este 5º Arrecife en Vivo Estrella Galicia será el viernes 13 de octubre con Tokio Revolver, Cannibals, Bejo, Fuel Fandango, Elyella Djs y Rockalean al mando del pasacalles.