Seis de la tarde en la Playa del Reducto. Bañistas nadando y tomando el sol. En un rincón protegido del viento, niños de entre dos y diez años empiezan a bailar con la música que suena a través de los altavoces. Una multitud se ha congregado para escuchar clásicos del rock and roll desde la habitual distancia prudencial que guarda el público lanzaroteño. Entre el público: familias, un número creciente de turistas y los primeros festivaleros que han decidido empezar la ruta de conciertos de este 5ª Arrecife en Vivo Estrella Galicia desde el primer momento.

Lady Rock a la voz, Carlos Amat a la batería, Mey Alean al bajo y Pedro Herrero al mando de la guitarra tocan los primeros acordes del concierto ‘Nuestra Gente Menuda Cajasiete’. De clásicos históricos de Chuck Berry, al Be, my baby de The Ronettes. La selección es ideal para agitar cuerpos grandes y pequeños. Rock & Fun tocan para un público familiar. El objetivo es doble: que los niños se aproximen a la cultura del rock (a menudo relegada y poco divulgada durante la infancia) y que los adultos puedan disfrutar de un concierto de calidad con sus peques.

Iván y Saúl son algunos de los chinijos que pasan por el multicolor escenario Lumi Efectos Especiales, vistiéndose con chaqueta de tachuelas y gafas oscuras. ¿Qué diferencias existen entre un bajo y una guitarra? “¡Suenan diferente!”, “¡las cuerdas!”. Los niños responden y se levantan. Mey y Pedro demuestran que tienen razón con dos solos de guitarra y bajo; los chinijos cuentan el número de cuerdas en voz alta. El momento de la batería es uno de los más espectaculares: el gran Carlos Mirat, convertido aquí en El Señor Rosa, saca martillos de juguete  y empieza a usarlos como baquetas, sobre la batería y sobre su cuerpo. Con el público tímido que baila contenidamente, Lady Rock es implacable: “Pequerockers, rockers grandes, sin vergüenza, ¡la vida hay que bailarla!”.

“Pequerockers, rockers grandes, sin vergüenza, ¡la vida hay que bailarla!”.

A las siete, Villa Pipol despliega su espectáculo de percusión y encabeza el primer pasacalles de la jornada,  hasta La Plazuela. La batucada es sinónimo de fiesta. En Lanzarote, Italia, Rumanía, Hong Kong y Macao. Allá por donde pasan. Tambores, güiras, surdines y cajas marcan un ritmo carnavalero que aumenta las revoluciones del público de manera explosiva.

Así llegan los espectadores al escenario Bestial Print donde espera Molina Molina. Es la primera vez que tocan en Canarias. El músico granadino es proximidad, sensibilidad, ritmo y belleza en las letras. Suenan temas de su último disco, La gran esperanza blanca. Con Oz  la gente empieza a entender que a Pepe Molina, además de bailarlo, hay que escucharle con todos los sentidos: “Siempre lo hiciste muy bien, sólo tú eres capaz de conmoverme”, canta.

 

Con Oz  la gente empieza a entender que a Pepe Molina, además de bailarlo, hay que escucharle con todos los sentidos

Le acompañan una banda que transmite una tremenda pasión: Óscar Espín a la guitarra, Saray Sáez a la batería, de nuevo la bajista Mey Alean y César Pérez a los sintetizadores. “No será fácil convencerme, ganarme el trato de la gente, tendré que ser más convincente, tú sabes que lo hago por los dos…”, cantan Molina Molina. Lo que suena es Presidente, un hit que se pega con efecto de lapa.

Antes de que lleguen las 21.00, aparece el primer contratiempo del festival: Guillermo Sinnerman, el guitarra de Los Bengala ha recaído en una lumbalgia que lo mantiene inmovilizado, sin poder moverse de la cama. Tras varios intentos (calmantes, masajes) para salvar el bolo, se confirma que es imposible que suba a un escenario en esas condiciones. La productora HSmith llama, manda mensajes y se mueve en tiempo récord para resolver la situación y garantizar un espectáculo de calidad en el escenario Pampero Lanzarote.

Lo consiguen gracias al esfuerzo y la profesionalidad de Roberto Herrero, Carlos Mirat y Mey Alean, ¡que encadena su tercer concierto consecutivo! Borja Téllez, el compañero y batería del dúo zaragozano Los Bengala se presenta en el Charco (“¡Vaya fiesta traéis!”) y se disculpa con el público de Arrecife en Vivo. El trío de rockeros que sustituyen a Los Bengala despliegan un espectáculo de versiones de rock and roll: de los “blue suede shoes” al Dead or Alive de Bon Jovi, pasando por AC/DC. El ambiente está caldeado.

Lo consiguen gracias a Roberto Herrero, Carlos Mirat y Mey Alean, ¡que encadena su tercer concierto consecutivo!

Los Villa Pipol vuelven a iluminar la noche lanzaroteña. Gente de entre 30 y 60 años, que estaba cenando en el Charco, se une a la comitiva. El Dedo que señala el siguiente concierto, luminoso y enarbolado por el músico lanzaroteño Buli Panés, marca la dirección: escenario Arehucas, Marina Lanzarote. La explanada del puerto deportivo se llena. Los Naive New Beaters tardan 15 minutos en salir y el público, acostumbrado a la puntualidad de Arrecife en Vivo, empieza a reclamarles.

David Boring (voz, show coreográffico y alma de la formación), Martin Luther King BB (guitarra) y Eurobelix (“el hombre máquina”). Les acompañan en el bajo y en la batería: Audrey Henry. El outfit de la banda genera sensación: gente aplaudiendo, gente flipando, gente mentando a Parchís. Pronto dejan claro que están en Lanzarote para generar grandes olas de ruido y movimiento. David es el encargado de alentar a la masa, de decirle “salta”, “haz ruido”. Su humor es contagioso, su cadera se contonea retadora y el público contraataca gritando. Made to last long, Montecristo, Shit happens everyday… Suenan temas ‘antiguos’ (los parisinos llevan ya diez años de vida profesional) y, sobre todo, canciones de su último disco: A la folie.

 

Naive New Beaters son humor y una pancarta gigante que dice: “Muévete, disfruta, no te mira nadie”

Naive New Beaters son pop, rock bamboleante, electrónica, rap… Son humor y una pancarta gigante que dice: “Muévete, disfruta, no te mira nadie”. Su single Heal tomorrow, que acaba de alcanzar los 20 millones de reproducciones, enfila el cierre de una noche marcada por la divulgación musical. Ha sido la primera vez de muchas cosas: géneros musicales inusuales sonando sobre un escenario lanzaroteño, estreno en Canarias de varias bandas (Molina Molina y Naive New Beaters), primera e inesperada cancelación de un concierto…

Más allá de la medianoche, We Are Not Djs toman el relevo. Los malagueños son muy queridos por el público lanzaroteño: el año pasado firmaron una sesión de baile memorable y este año llegan dispuestos a todo. Primer tema de la noche: una guitarra flamenca que termina convertida en el We will rock you de Queen. La primera fila se llena de fans y se suceden los bailes catárticos.

En 2016, los lectores de la revista Rockdeluxe los nombraron mejores DJ del año por algo. Saben lo que quieren y saben lo que necesita la pista de baile. Paco y Yoli desgranan hit tras hit y el dj lanzaroteño Ulive toma el relevo con un live set orgánico donde manda la improvisación. La primera jornada del festival enfila su recta final. Han sido nueve horas de música en directo, con muy pocas interrupciones.

 

Próxima cita: viernes 29 de septiembre, con Inadaptados, The Sick Boys, Jenny & The Mexicats, The Whip, Serial Killerz, Dsua Ill Man y 101 Brass Band.

Próxima cita: viernes 29 de septiembre, con el rock&fuzz de Inadaptados, el swing y rock clásico de los barceloneses The Sick Boys, Jenny & The Mexicats (un combo mexicano con más de 600.000 seguidores, fuego sobre el escenario), The Whip (electrónica y guitarra de club, made in Manchester), Serial Killerz (dj y percusión), el dj grancanario Dsua Ill Man y, en el pasacalles, los tinerfeños 101 Brass Band.

¡La calle es nuestra!